domingo, 20 de abril de 2014

La relación con mi armario

Parece que ha llegado el día que tanto evitaba, si, ese día en el que el cambio de estación no depende sólo del calendario, ese día, en el que te despiertas, te duchas, desayunas y abres tu armario... ¿qué me pongo?
Es entonces cuando detrás de una prenda, sacas otra y otra y sin saber porque no te sientes a gusto con ninguna. La primera reacción es pensar: ¡hoy me he levantado con el pié torcido!, pero tranquila, tienes el armario lleno...
Una hora mas tarde, sigues amontonando pantalones, chaquetas, faldas, vaqueros, camisas... La colcha de tu cama es solo un recuerdo, hay tanta ropa encima que es difícil distinguirla...
Acto seguido, empiezas a revolverlo todo, y te das cuenta de que es el tiempo y no tu el que ha cambiado.
Con las ideas un poco mas claras, y teniendo en cuenta que es fiesta, y no hay nada relativamente importante que hacer, no tienes otra opción que realizar un cambio en tu armario y...¿qué mejor día que hoy?
Vacías el armario, eso si, con mucha tranquilidad, y empiezas a separar todas aquellas prendas que no volverás a ponerte hasta la próxima estación, aprovechando de paso para retirar definitivamente todo aquello que sepas que ya no volverás a ponerte, bien porque ya no te gusta, o porque su estado no es el deseado.
A continuación preparas todo lo que has seleccionado y revisas si necesita lavadora o tintorería, se trata de dejar el armario en "perfecto estado de revista".
Una vez que está todo ordenadito, la crisis de pánico ante la posibilidad de haber perdido el buen gusto, desaparece como por arte de magía. Vuelve la seguridad de hace unos días y eres capaz de "interpretarte", de la forma mas adecuada.
Ahh... Un consejo: cuelga las prendas con las perchas al revés, y cada vez que te pongas algo, 

vuelvelo a colgar con la percha al derecho, ¿por qué?. Porque así, cuando vuelvas a realizar el cambio de temporada, te darás cuenta de las prendas que has utilizado realmente. Todo aquello que siga colgado con la percha al revés, será lo que no te has puesto y ya serás tú quien decida si debes regalarla...

No hay comentarios:

Publicar un comentario