Las carencias afectivas pueden alterar nuestra forma de amar. Una persona que no se siente querida, evoluciona de una manera diferente, suele ser mas vulnerable y en ocasiones reacia a recibir muestras de cariño... Es posible que se encierre en si misma por temor a lo que no conoce: el amor.
El peligro viene cuando toma el camino del miedo y lo engrandece, alejándose cada vez más de las emociones positivas. El siguiente paso es el sentimiento de culpa y el rechazo a los demás...
Nuestra cultura nos invita a tener en cuenta la opinión de terceros, y como ésta, no suele ser la esperada, aparece la frustración...
Cuando empieza la autodestrucción, debemos aferrarnos al mejor anclaje que existe: el amor hacia uno mismo. Si somos capaces de querernos como somos y aceptarnos, cualquier cambio es posible.
Es fácil alejarse de las personas que no te gustan, pero ¿cómo huir de uno mismo?... La única forma de plantarle cara a tus propias emociones , dejar de maltratarte y creer en ti, cuanto mas creas en ti y mas te ames, serás mejor persona.
Haz una lista con tus valores y muéstralos al exterior. Todos somos un diamante en bruto. Deja que los demás vean el brillo que hay en ti. El mejor comienzo es la sonrisa...práctica...
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